Revista
Andes, Antropología e Historia
Vol.
2, Nº 30, Julio-Diciembre 2019
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obra está bajo licencia de Creative Commons Atribución - No Comercial CC BY-NC
https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/ ISSN Nº 0327-1676
APORTES BIODEMOGRÁFICOS SOBRE POBLACIONES Y
FAMILIAS DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA (ARGENTINA)[1]
BIODEMOGRAPHIC
CONTRIBUTIONS ON POPULATIONS AND FAMILIES IN CÓRDOBA PROVINCE (ARGENTINA)
Claudio Küffer
Universidad Nacional de Córdoba
Facultad de Ciencias Sociales
CIECS (CONICET y UNC)
Sede UNCba.
Córdoba, Argentina
Fecha
de ingreso: 11/05/2018
Fecha
de aceptación: 06/12/2018
Resumen
La Biodemografía
es una disciplina que conjuga elementos de la Genética de poblaciones y la
Demografía, permitiendo enfoques más integrales de una población bajo análisis.
Se realizaron variados estudios biodemográficos para
Córdoba, en una escala espacial que abarca el total provincial, la ciudad de
Córdoba y otras regiones cordobesas, y una extensión temporal desde fines de la
Colonia hasta comienzos del siglo actual. El principal objetivo de este
trabajo fue exponer el estado del arte para la región y épocas citadas. Lo variado en cuanto a períodos
históricos analizados y en ocasiones diferentes enfoques adoptados, si bien
dentro de la Biodemografía, dificultaron trazar una
conclusión. Como puntos sobresalientes cabe destacarse que los resultados
reflejaron un creciente aislamiento del noroeste provincial junto con una mayor
apertura del centro y sudeste, concordantes con el desplazamiento del polo
productivo desde el centro-noroeste al centro-sudeste. Por otra parte, en
poblaciones de fines del siglo XX se dio una marcada heterogeneidad en
indicadores de elección de pareja y reproducción, ejemplo de lo cual fue el
contraste de la fecundidad en zonas urbanas, de transición ya superada, con las
rurales, de transición.
Palabras claves: Biodemografía; Provincia de
Córdoba; Poblaciones; Familias; Compulsa bibliográfica.
Abstract
Biodemography is an academic field that
combines components belonging to both Population Genetics and Demography,
allowing more comprehensive approaches to a population under study. Varied biodemographic studies were carried out for Córdoba, on a
spatial scale ranging from the whole Province to Córdoba City and other
regions, and a time scope ranging from the late colonial period to the
beginning of the current century. The main aim of this work was to expose the
state of art for the region and time already mentioned. The variety of
historical periods analysed and sometimes different approaches adopted,
although always within the field of Biodemography, made it difficult to draw a
conclusion. As outstanding points, it should be noted that the results reflected
an increasing isolation of the provincial northwest along with a greater
opening of the centre and southeast, coincident with the displacement of the
productive pole from the centre-northwest to the centre-southeast. On the other
hand, populations of the late XX century showed a marked heterogeneity in
indicators of mate preferences and reproduction, example of which was the
contrast of fertility between urban areas, with demographic transition already
overcome, and rural ones, in transition.
Key words: Biodemography; Córdoba Province; Populations; Families;
Bibliographical study.
Introducción
Marco conceptual
La Biodemografía es una
especialidad de la Antropología Biológica que busca desentrañar, con base en
datos demográficos, la estructura genética de las poblaciones, los mecanismos
que la configuraron, y aquellos que podrían modificarla en el futuro[2].
De modo que este enfoque conjuga lo biológico y lo socio-cultural, permitiendo
acercamientos más integrales al estudio de la formación y reproducción de las
poblaciones y sus células básicas, que son las familias.
La Biodemografía presenta una
importante variedad metodológica, que va desde métodos típicamente
demográficos, tales como medidas de las tasas de fecundidad por
edad[3],
a otros como la probabilidad de actuación de la selección natural mediante los índices de selección, que analizan la transmisión
diferencial de los genes a través de la reproducción[4],
o la estimación de la consanguinidad a través de dispensas eclesiásticas y
otros métodos como el de isonimia.
Debido a que el último método citado, isonimia,
es poco conocido en aproximaciones netamente demográficas y juega un rol
importante en estudios biodemográficos (más
concretamente en muchos de los reseñados aquí), conviene hacer algunas breves
consideraciones al respecto. Fue propuesto por Crow y
Mange[5]
y luego modificado por Crow[6],
y resulta útil para estimar el parentesco y la
consanguinidad, entre otras variables, a
través del uso de los apellidos, basándose en la analogía de su transmisión en
sistemas patrilineales con la herencia del cromosoma Y, de modo que un apellido
en común refleja un origen común. Es aplicable siempre que se cumplan ciertos
supuestos, y es especialmente fructífero para poblaciones de las que sólo
quedan registros escritos[7].
En este contexto, puede definirse parentesco,
en términos biológicos, a la probabilidad de que dos individuos tengan el mismo
alelo para un gen autosómico por descender de un ancestro común, y consanguinidad a la probabilidad de que un individuo porte
dos genes en un locus autosómico idénticos por descendencia, al tener su madre
y su padre un ancestro en común[8].
La consanguinidad total
puede definirse como la resultante de dos componentes: el aleatorio,
que depende únicamente de la proporción de cada apellido en la población
estudiada, y el no aleatorio o preferencial, que está dado por la propensión o reticencia
hacia el casamiento entre cónyuges con el mismo apellido[9].
Esta distinción es relevante puesto que, si bien la consanguinidad aleatoria
tiende a estar inversamente correlacionada con el tamaño poblacional, la no
aleatoria no depende estrictamente de variables demográficas, sino que está
influenciada especialmente por factores de orden cultural[10].
También conviene aclarar aquí que el parentesco intra-poblacional se refiere al que se da dentro
de una población determinada o bien, si se comparan dos grupos socio-étnicos
que conforman una población geográfica determinada, el que presenta cada uno de
ellos haciendo abstracción del resto[11].
El parentesco inter-poblacional, por el
contrario, es el que se da entre dos o más poblaciones o grupos. La diferencia
entre los valores de los parentescos intra e
inter-poblacionales brindan una primera idea de cuán diferenciadas o aisladas
estaban las poblaciones o grupos entre sí; estos últimos parámetros se estiman
a partir de otros indicadores, como grado de diferenciación
promedio o coeficiente de aislamiento
reproductivo, que se toman en cuenta en algunos artículos comentados
en este trabajo[12].
Derivado de los mismos postulados que la isonimia,
existe otro método llamado pares repetidos[13],
basado en la reiteración de combinaciones de distintos apellidos entre las
parejas permitiendo, de este modo, poner en evidencia tendencias a la
subdivisión poblacional, expresada por preferencias entre determinados linajes
por contraer matrimonios entre sí. Tiene, en términos generales, los mismos
supuestos que la isonimia, y se ve menos afectado que
ésta en casos de trabajarse con tamaños muestrales
pequeños.
Marco histórico-geográfico
La provincia de Córdoba está ubicada en el centro del
territorio argentino y en Figura 1 puede observarse la división política que
exhibe en la actualidad. En la historiografía se presenta una regionalización
en tres áreas: noroeste, centro y sudeste. El noroeste y centro cuentan con
asentamientos europeos estables desde épocas más tempranas, y se caracterizan
orográficamente por la prevalencia de sierras, valles serranos y zonas de
piedemonte, contrastantes con las llanuras del sudeste[14].
El sudeste provincial experimentó sostenidos conflictos entre españoles y
parcialidades aborígenes; dichos enfrentamientos menguaron hacia las últimas
décadas del Virreinato y dificultaron la perdurabilidad de los asentamientos
españoles conformados durante el período colonial[15].
Durante este último, y ya entrado el período independiente, no existían
regiones especializadas en actividades económicas particulares, si bien la
serrana (noroeste y centro) tenía una producción más diversificada y
concentraba la mayor proporción de la población provincial, con una densidad
poblacional más elevada[16].
Figura 1. Mapa político de la provincia de
Córdoba
Si bien ya desde la fundación del Virreinato del Río de la
Plata, en 1776, el norte del país menguó su gravitación debido a la pérdida de
importancia del Camino Real, el efecto de este hecho se empezó a sentir y
acentuar en décadas posteriores[18].La
desigualdad interregional se acrecentó durante el siglo XIX, con una conspicua
preeminencia de Buenos Aires, seguido del litoral, Cuyo y el interior (que
incluía a Córdoba), si bien no deben soslayarse las variaciones
intrarregionales y los diferentes ritmos de estancamiento o despegue económicos[19].
La provincia de Córdoba experimentó cambios notorios durante
el llamado período de transición que comenzó hacia
1870 y en el cual coexistieron características coloniales con las predominantes
en lo que fue la revolución agraria (1895 hasta
finales del siglo XIX), que se agudizaron más en el ciclo de
expansión (1900-1914)[20].
Estos períodos de cambios demográficos y expansión económica tuvieron al
ferrocarril como elemento dinamizador, con viraje del polo de atracción
poblacional, tanto intra como interprovincial y
extranjera, desde el este, que se consolidó en la etapa anterior (revolución
agraria), hacia el sur, concordante con la expansión económica de esta área[21].Con
todo, si bien el ferrocarril favoreció el nacimiento y asentamiento de nuevas
localidades, dejó a su vez más aisladas a antiguas comunidades[22].
Más en concreto, aunque las líneas férreas llevaron a un evidente desarrollo
comercial e industrial de la región pampeana, los departamentos del norte y
oeste de la provincia de Córdoba tenían mucha menor extensión de vías férreas,
que ni siquiera surcaban el territorio de todos los departamentos[23].
En concordancia con lo antedicho y tomando en cuenta el
extenso período que abarca desde fines de la Colonia hasta la actualidad, con
el correr de los siglos se operó un continuo desplazamiento del polo productivo
y tractor de población provinciales desde el centro-noroeste al centro-sudeste,
mediado por la industrialización diferencial del territorio cordobés. De modo
que, en contraste con lo descripto para el período colonial e independentista
temprano, la población de la Córdoba actual se concentra mayoritariamente en
núcleos urbanos y en los departamentos de la llanura situada al este de las
sierras[24].
Como ejemplo de este viraje regional en Figura 2, puede observarse el cambio
del total poblacional de 5 departamentos, que se comentan en trabajos aquí reseñados,
a través de 4 censos nacionales distanciados entre sí: 1869, 1914, 1960 y 2010.
Es patente que los departamentos Capital y San Justo, correspondientes a la
región centro y sudeste como lo entiende la historiografía, manifiestan un
franco aumento poblacional, mientras que Minas, Pocho y Tulumba,
del noroeste, presentan una población en merma hacia el final del extenso
período analizado.
Figura 2
Departamento |
Año |
|||
1869 |
1914 |
1960 |
2010 |
|
Capital |
34.458 |
134.935 |
586.015 |
1.329.604 |
Minas |
8.109 |
6.266 |
7.367 |
4.727 |
Pocho |
6.168 |
5.738 |
7.246 |
5.380 |
San Justo |
5.156 |
62.227 |
131.545 |
206.307 |
Tulumba |
7.085 |
13.112 |
15.578 |
12.673 |
Variación diacrónica del total poblacional en los
departamentos Capital, Minas, Pocho, San Justo y Tulumba
a través de los censos nacionales de 1869, 1914, 1960 y 2010[25].
Objetivo y metodología
La relación entre los vaivenes socio-políticos y económicos,
los cambios en la conformación poblacional y los patrones encontrados en la
formación de las parejas y familias, son temas que se han venido estudiando
para la provincia de Córdoba desde hace tiempo. En este trabajo se planteó como
objetivo mostrar, aunque en forma sucinta, los principales resultados que se
han encontrado al respecto a partir de la perspectiva biodemográfica.
Esta ha sido aplicada en una escala espacial que abarca desde la Provincia en
su totalidad a la Ciudad capital en particular y otras regiones, y con una
extensión en términos temporales que va desde fines de la Colonia hasta los
inicios del siglo XXI.
Debe destacarse que la división entre Demografía y Biodemografía no deja de ser problemática dado que la
segunda se fundamenta en elementos de la primera, de modo que, si bien se hizo
hincapié en esta compulsa bibliográfica en lo que atañe a lo biodemográfico, no se descartaron aportes más estrictamente
demográficos.
La metodología consistió en organizar las reseñas por
regiones, comenzando por lo referido a la Provincia en su totalidad y
concluyendo con el departamento San Justo.
Debido a que no existe una división oficial de la provincia
en regiones, se optó por una regionalización siguiendo principalmente el
criterio de ubicación geográfica[26].
La misma no coincide, necesariamente, con la escogida por algunos autores en
sus trabajos, por lo que en caso de disparidad se prefirió la postulada aquí y
se aclaró oportunamente la denominación dada en el original. Se tomaron,
entonces, los siguientes departamentos por región:
Región Centro:
Capital (que incluye a ciudad de Córdoba), Colón y Santa María;
Región Norte: Sobremonte, Río
Seco, Tulumba, Ischilín,
Totoral;
Región Oeste: Punilla, Cruz del Eje, Minas, Pocho, San
Alberto, San Javier;
Región Este: Río
Primero, San Justo, Río Segundo, Tercero Arriba, General San Martín, Unión,
Marcos Juárez;
Región Sur: Calamuchita, Río Cuarto, Juárez Celman,
Presidente Roque Sáenz Peña, General Roca.
Dentro de cada región comentada se respetó, en lo posible,
la cronología correspondiente al o los períodos abordados en cada trabajo. O
bien, cuando pareció más conveniente, se agrupó a los trabajos correspondientes
a una misma región por afinidad temática. Finalmente, y a pesar de la
diversidad de los resultados obtenidos, se intentó extraer conclusiones que
reflejaran las principales dinámicas poblacionales encontradas.
Biodemografía en Córdoba.
Total provincial
En la escala de la Provincia, los análisis biodemográficos se han efectuado fundamentalmente sobre la
población del período Colonial tardío y usándose en especial el método de isonimia en búsqueda de relaciones biológicas entre
individuos, familias o poblaciones. La historiografía ha dado cuenta en
repetidas oportunidades[27]
de la marcada endogamia de clases (es decir, casamiento entre miembros de un
mismo grupo socio-étnico), particularmente para la ciudad de Córdoba, indicando
que el mestizaje se dio mayormente a través de uniones extra-matrimoniales.
Así, se iniciaron las investigaciones buscando estimar o
ponderar la endogamia dentro de cada grupo socio-étnico, suponiéndose por
anticipado que la misma sería notoriamente mayor en los españoles[28],
como estrategia de conservación patrimonial, estatus y poder político. Uno de
los objetivos principales de estos acercamientos fue conocer en la población en
general las pautas conyugales, en el sentido de preferencia por un cónyuge
emparentado o por determinados apellidos o familias, tanto para los españoles como para las castas y, en
algunos casos, indios.
Cabe aclarar en este punto que los estudios realizados a
partir de isonimia, y métodos derivados de este, se consideraron fiables para los españoles en
el sentido de que las estimaciones obtenidas pueden considerarse
representativas de la consanguinidad y parentesco debidos a co-ancestría,
mientras que en castas e indios los valores obtenidos se interpretaron en
términos comparativos de la diversidad y distribución de los apellidos con el
grupo socio-étnico dominante, y no como una estricta relación de ascendencia
biológica. De modo que se asumió que, una vez adquiridos los apellidos
españoles por parte de las castas e indios, ellos se comportaron en cuanto a su
modo de transmisión de manera regular y semejante al grupo español a partir del
cual los adquirieron[29].
Por esta misma razón se tomaron siempre los individuos de casta de condición
libre, dado que los esclavos normalmente heredaban el apellido de sus amos y no
de sus padres. También se ha dejado comúnmente de lado al grupo negro, al menos
para analizarlo en forma separada de las castas, por este motivo y también por
su escaso número. Respecto de los indios, no siempre fue posible trabajar con
ellos, habida cuenta de su escasa representatividad numérica fuera de los
pueblos de indios.
Otro punto a tener en cuenta es que cuando se habla del
“total poblacional” a que se ha aplicado el método de isonimia
se alude a la población adulta, considerándose tal la de 15 años o más, dado
que se considera tal como el comienzo de la edad reproductiva.
A partir de los datos del censo de 1795 y años cercanos[30],
se encontró que los valores estimados de consanguinidad fueron bajos tanto para
españoles como para castas y, si bien hubo preferencias por los casamientos
entre determinados linajes en los primeros y no así en los segundos, en
términos globales no se verificaron comportamientos claramente diferenciados
entre ambos grupos socio-étnicos. Respecto de las relaciones biológicas
(genéticas) entre las poblaciones de los distintos curatos[31]
no se evidenció tampoco una alta diferenciación entre los mismos, menos aún en
castas, mostrando que la distancia geográfica que los separaba no era en la
época una limitante para la formación de parejas. Sobre la menor diferenciación
en términos genéticos entre las castas se postuló que sería resultado de una
mayor movilidad en este grupo, muy probablemente debido a la búsqueda de nuevas
oportunidades laborales.
En los trabajos realizados para la Provincia a partir del
censo de 1813, época en la cual tuvieron lugar las guerras por la
independencia, se investigó particularmente el fenómeno de la migración, que
fue inferida tanto a partir de los apellidos como de los datos sobre el origen
geográfico. Este dato no es muy esclarecedor, ya que el censista alude al
“lugar de residencia” y “de origen” resultando que, por ejemplo, lo que se
llama allí origen podría ser el lugar inmediatamente anterior donde la persona
residió, pero no necesariamente donde nació[32],
además de que muchos lugares de origen fuera de la provincia aparecen con
denominaciones vagas como otra provincia,
América, Europa,
etcétera[33].
En una investigación se observó que las relaciones y la agrupación de los
curatos de acuerdo con los apellidos presentes en cada uno concordaba, entre
los españoles, con las diferentes oleadas inmigratorias que se fueron asentando
en suelo cordobés y con la red de caminos que existía por entonces[34].
Se pudieron discriminar 4 regiones desde mayor a menor parentesco intra-poblacional: norte, centro-oeste, sudeste y Ciudad,
las cuales pueden ordenarse en orden inverso si se trata de la diversidad de
apellidos (equivalente a la variabilidad biológica) presentes en ellas[35].
Los curatos cuya población presentaba mayores valores de parentesco entre los
habitantes del curato (parentesco intra-poblacional)
y menor diversidad de apellidos (indicadores en general de mayor aislamiento)
coinciden con los de poblamiento más temprano, los del norte, mientras lo
contrario se dio con los curatos del sur; excepción a esta tendencia fue la
Ciudad que, si bien de poblamiento temprano, contaba con máxima diversidad de
apellidos y mínimo parentesco intra-poblacional, más
parecido a los curatos del sur, y ello seguramente por tratarse de una urbe a
la que había inmigrado población de diversos orígenes, es decir, de mayor
cosmopolitismo. En las castas, por el contrario, lo antedicho no fue patente,
dado que la agrupación de los curatos, a partir de los apellidos presentes,
parecían reflejar más bien la gran movilidad producida en la época, motivada en
gran medida por la huída y el ocultamiento ante las
levas. Y en los indios no se vio una distribución geográfica característica, ni
se evidenció una movilidad reciente[36].
Tanto en españoles como en castas la migración tendió a ser desde la Ciudad
hacia regiones de la Campaña, especialmente aquellas más aisladas y poco
pobladas, verosímilmente como parte de la citada finalidad de evitar y
ocultarse de las levas para formar los ejércitos. A la Ciudad arribaban
principalmente inmigrantes provenientes de lugares lejanos, mientras que a las
jurisdicciones rurales llegaban principalmente desde Ciudad y otras localidades
de la Campaña, por lo que se constató una migración diferencial en el sentido
de procedencia de los inmigrantes. Los españoles siguieron un patrón que no fue
el típico de hombres solos, sino que se produjo predominantemente en forma
familiar, y en castas esto fue más atenuado ya que mayor proporción de mujeres
se trasladaron solas o con sus hijos o, si los tenían, sin la compañía de sus
maridos[37].
Un análisis exhaustivo de los apellidos cabe ser destacado
en el conjunto de los estudios aludidos en el párrafo precedente, ya que
permitió desentrañar comportamientos migratorios que incluso podrían
contradecir los encontrados según los datos de lugar de residencia y origen del
censo[38].
A partir del mencionado estudio se concluyó que las castas migraban más que los
españoles y que las mujeres no sólo migraban tanto como los varones, sino
incluso más que ellos. Estos hallazgos, como otros que se detallan
más abajo en este sentido, brindan un mayor sustento a la utilización de los
apellidos en estudios de poblaciones, en este caso históricas y a partir de
documentación de la época estudiada.
En cuanto al grado de parentesco biológico inferido a partir
de los apellidos, también tomándose como fuente el censo provincial de 1813, se
encontró el valor máximo al interior de las poblaciones de indios, seguidos
decrecientemente por las castas y luego por los españoles. El parentesco entre
las poblaciones de los distintos curatos fue máximo en españoles y mínimo en
indios, lo cual hablaría del aislamiento mucho mayor al que el grupo indio
estaba confinado en los llamados pueblos de indios[39].
Con un salto temporal importante de por medio, la diversidad
de apellidos resultó mucho mayor y el parentesco intra-poblacional
sensiblemente menor para la Provincia en su conjunto en un estudio que tomó
como fuente el registro de electores de 2001, ya entrado el siglo XXI[40];
seguramente tal variación refleja la influencia de las sucesivas oleadas
inmigratorias a través del tiempo, provenientes de diferentes países de origen.
Ciudad de Córdoba
Para la ciudad de Córdoba, los estudios biodemográficos
en tiempos históricos estuvieron en parte referidos a la fecundidad de las
esclavas, estimada en una investigación a partir de actas de bautismos de naturales de la Catedral que abarcan el período de nacidos
entre 1733 y 1816[41].
Destacables entre los resultados obtenidos a partir de diferentes variables demográficas
fueron: una proporción mujeres/hombres esclavos favorable al sexo femenino a lo
largo del período analizado; mayor número de hijos nacidos legítimos al tener
en cuenta todos los nacimientos con una tendencia a tener el primero y segundo
hijos de soltera y luego casarse; las casadas comenzaban su ciclo reproductivo
más tarde pero era más duradero, llegando a tener en promedio casi un hijo más
que las solteras, aunque menos que las españolas; períodos protogenésico
(entre el matrimonio y el primer hijo) e intergenésico
(entre un hijo y otro) largos, el último especialmente entre primer y segundo
hijo, con valores promedios de 3 años para el protogenésico,
e intergenésico entre el primero y segundo hijo de 4
años (con un promedio de intervalo intergenésico
general de 3,4 años al considerarse todos los hijos); número medio de hijos
nacidos vivos de alrededor de 5 pero con una distribución homogénea de la
prole, y un patrón de fecundidad natural con edad elevada de la madre al primer
hijo. Tales características, en conjunto, sugieren la importancia económica que
tenía la posesión de esclavas como mano de obra, reproductoras de la misma y,
ocasionalmente, amamantamiento de los hijos de sus amos. Aunque la esperanza de
vida pareció ser menor que en la clase dominante, no pocas esclavas llegaron a
completar su ciclo reproductivo, y no menos interesante fue que el período intergenésico tendía a ser mayor en caso de nacer una niña
(es decir, el cuidado maternal se prolongaba redundando muy probablemente en
una menor mortalidad infantil para el sexo femenino), concordante con el
beneficio que representaba tener esclavas por las que se pagaba más que por los
esclavos.
Otro estudio que se centró en los censos de 1778, 1813 y
1832 para la Ciudad mostró algunos resultados similares a los citados en el
precedentemente descrito, como el prolongado período protogenésico,
mayor incluso que el de las mujeres españolas, y el alargamiento del intervalo intergenésico luego del nacimiento de niñas[42].
Asimismo, que existió un aumento en la población esclava entre los dos primeros
censos, representando los individuos de esta condición el 13% del total en 1778
y 21% en 1813, con predominio en todos los casos del sexo femenino sobre el
masculino, al contrario de lo que se daba en la Campaña.
También se estudió la fecundidad de españoles y libres para
1813, con el censo de este año como fuente principal y a partir del método de
estimación denominado hijos propios,
encontrándose una fecundidad reducida (probablemente subestimada) y apenas más
elevada en libres que en españoles, en un comportamiento reproductivo
asimilable a la fecundidad natural[43].
Se presume que el déficit de hombres como consecuencia de las levas en ambos
grupos, españoles y libres, fue uno de los causales, como también la edad
elevada al matrimonio y otros factores asociados a la unión conyugal (aunque
las variables referidas al matrimonio no son confiables habida cuenta de la
elevada ilegitimidad). Concordante con el desequilibrio en el mercado
matrimonial fue el celibato definitivo en edades casaderas (varones mayores de
14 años y mujeres mayores de 12 años): máximo entre mujeres de castas libres y
mínimo entre varones del mismo grupo.
La población de la Ciudad a partir de los datos del censo de
1813 fue, asimismo, analizada desde la isonimia[44].
A través de este método se encontró para la población de españoles que, si bien
tenían una elevada endogamia de clase al contraer matrimonio, esto no se
reflejó en preferencias matrimoniales entre parientes, ni que ciertas familias
tuvieran mayor éxito reproductivo (expresado en más descendencia) que otras. A
su vez, se reveló en los españoles y a través del análisis mediante isonimia de los apellidos presentes, una elevada
inmigración que al aumentar el tamaño poblacional y la diversidad de orígenes,
habría balanceado el potencial efecto de la endogamia dentro de su grupo
socio-étnico. Además, se descubrió mayor
congruencia entre lo que expresan las referencias históricas respecto de los movimientos
de población con los resultados obtenidos a partir de la utilización de los
apellidos que cuando se emplea el dato que indica el censo sobre el origen
geográfico, dado que muchas veces un individuo figura en el censo como
perteneciente a una población, cuando en realidad era portador de un apellido
único en ella y provenía de otra. Es decir, la utilización exclusiva del dato
censal sobre si una persona era residente o inmigrante llevaría a subestimar la
inmigración que efectivamente ocurrió.
El mismo abordaje a partir de la isonimia
se empleó para el censo de 1832 efectuado para la Ciudad y, en términos
generales, repitió lo explicitado para 1813. Los españoles presentaron mayor
endogamia de clase, seguido de las castas e indios[45].
Pese a ello, no se observó una fuerte tendencia hacia el casamiento entre
parientes en españoles (si bien relativamente más elevada que en los otros
grupos), ni una fuerte diferenciación geográfica de acuerdo con los apellidos.
Es decir, la agrupación de los cuarteles (que sería equivalente a la actual
expresión barrios) en que se dividía la ciudad a
partir de los apellidos, no seguía un patrón de cercanía geográfica de los
mismos. Incluso en uno de los cuarteles, el único en el que estaban
delimitadas las manzanas, no se hizo patente
una concentración de determinadas familias en ciertas manzanas. Tampoco se
evidenció, repitiendo lo de 1813, un éxito reproductivo diferencial de ciertos
linajes para ninguno de los grupos socio-étnicos mencionados.
También tomando
como fuente el censo de 1832 se estimó la inmigración a la Ciudad a partir de
apellidos y del dato de origen geográfico en el censo, para españoles y castas[46].
Conforme al origen, la inmigración fue mayormente ultramarina en varones
españoles mientras que en mujeres de ese grupo, así como para castas de ambos
sexos, predominaron los provenientes de otras regiones del país. Los apellidos
reflejaron en ambos grupos socio-étnicos que los varones inmigraban más que las
mujeres, en concordancia con el dato de origen geográfico. Sin embargo, un
indicador de la inmigración reciente usando los apellidos mostró que en las
mujeres la misma estaría subestimada si se usaran solamente los datos censales
de origen. Esto es, la estimación a partir de los apellidos sería más
representativa de la inmigración real de acuerdo con las pirámides
poblacionales, en las cuales la parte correspondiente a las mujeres en edades
casaderas está ensanchada. La discrepancia entre las estimaciones según
apellidos y según origen geográfico puede deberse, en gran medida, en que en el
censo se engloba bajo la denominación de origen en “Córdoba” a todas las
personas procedentes de la Ciudad y de la provincia.
Un estudio diacrónico para la ciudad de Córdoba a partir de
los censos de 1778, 1795, 1813, 1822 y 1832 mostró una marcada tendencia hacia
la endogamia de clase y la homogamia en la formación
de matrimonios durante todo el período[47].
La consanguinidad entre esposos resultó nula en los censos del siglo XVIII,
pero aumentó levemente en 1813 y 1822, especialmente en castas, probablemente
como resultado de una estrategia para paliar las consecuencias de la
inestabilidad política mediante uniones entre parientes, aunque una influencia
no menor la debió tener el mercado matrimonial más restringido por la falta de
hombres. También hacia el siglo XIX hubo claras preferencias por el casamiento
entre linajes, especialmente en españoles, probablemente como otra estrategia
que habría sido, en este caso, conservar el estatus y los bienes patrimoniales.
Otras fuentes que suelen ser utilizadas para la estimación
de la consanguinidad son las dispensas matrimoniales por parentesco. Sin
embargo, la posibilidad de este enfoque para la ciudad de Córdoba durante el
período Colonial pareció poco confiable, al encontrarse muy pocas de ellas en
comparación, por ejemplo, con regiones de España en la misma época[48].
Ciudad y medio rural
Saliendo de los períodos Colonial e Independentista
temprano, para entrar en la historia reciente, se realizaron algunos estudios
comparativos de la fecundidad entre la Ciudad y el medio rural (si bien con la
salvedad de la propia heterogeneidad de cada una de las zonas contrastadas) con
base en el Censo de 1991. Estos estudios matizaron las afirmaciones muy
generalizadoras de que la transición desde la fecundidad natural a la
controlada ya culminó en la primera mitad del siglo pasado. En efecto, las
poblaciones rurales mostraron mayores valores que la citadina en la tasa de
fecundidad general, las tasas por edad, distribución de tamaño completo de la
prole y un alejamiento relativamente menor respecto del patrón de fecundidad
natural, lo que se interpreta como poblaciones en diferentes estadios en la
transición de fecundidad: transición en zona rural y ya superada la misma en la
Ciudad[49].
Los valores mayores en el medio rural fueron resultado, entre otras causas, de
la menor edad media a1 matrimonio, comenzando a tener hijos a edades menores y
continuando hasta edades más elevadas.
Si bien en ambos ámbitos se encontró una mayor fecundidad
para mujeres en uniones de hecho, ni el lugar de residencia ni el estado civil
fueron tan condicionantes del éxito reproductivo como el número de hijos
tenidos y la mortalidad pre-reproductiva[50].
En el proceso de transición de la fecundidad experimentada en
las poblaciones rurales antes aludidas se reveló una mayor oportunidad de la
actuación de la selección natural sobre los genes, fundamentalmente a través de
la variabilidad en el tamaño de la prole. Se encontró que, a la hora de
determinar el grado de transición alcanzado, ese índice de selección es un buen
factor explicativo de la manera en que ocurre el fenómeno[51].
Oeste provincial. Departamento Pocho
El oeste provincial también recibió particular atención
desde abordajes biodemográficos[52].
Hay diversos estudios para el curato (luego departamento) Pocho[53] (ver Figura 1) que abarcan desde 1766 a 1842 a partir de
datos de libros de matrimonios de seis capillas de ese curato. Se encontró que,
si bien una de las dificultades para la aplicación de la isonimia
son los tamaños poblacionales pequeños y la elevada ilegitimidad, los
parentescos biológicos entre las poblaciones de las parroquias consideradas
fueron altamente concordantes con la distribución espacial (cercanía) entre las
mismas, ya sea que se tomasen los apellidos paternos, maternos o todos los
apellidos, más allá de pertenecer al grupo español, indio o castas. Conforme el
tamaño poblacional fue mayor, aumentó la concordancia, de modo que este
resultado sugiere la conveniencia de maximizar el tamaño muestral
y usar también los apellidos maternos, no sólo los paternos, si las poblaciones
bajo estudio presentan una gran ilegitimidad[54].
No obstante, cabe recalcar que la estimación de la consanguinidad por isonimia suele ser considerada más fidedigna en grupos con
pautas más estabilizadas en la transmisión de apellidos, en este caso
españoles. Con todo, en poblaciones con ilegitimidad elevada, la estimación del
parentesco intra-poblacional podría ser más confiable
si se tomaran los apellidos maternos en lugar de los paternos[55].
Se concretaron investigaciones para el departamento Pocho
más acotados temporalmente, a partir de libros parroquiales de matrimonios
correspondientes al período 1810-1842, cuyos originales se encuentran en Salsacate, cabecera departamental. Uno de esos estudios[56]
evidenció una fuerte disminución en la endogamia de clases con el
correspondiente aumento del mestizaje, una consanguinidad mayor en españoles
(especialmente debida a uniones entre parientes), menor en indios y aún más
escasa en las castas. Por otro lado, cuanto menor fue la consanguinidad total
encontrada, la distancia promedio entre los lugares de residencia de los
cónyuges fue mayor, siendo la variación de ambas características,
consanguinidad y distancia marital, concordantes con la fluctuante situación
socio-demográfica. Esto último fue más conspicuo en los españoles,
especialmente durante 1820-1829, en que la consanguinidad total estimada para
ese grupo fue mínima. Por su parte, el parentesco entre las poblaciones de las
parroquias fue de importante magnitud, indicando muy escasa diferenciación
genética entre ellas a partir del pool génico de la población original[57].
Dicho parentesco no pareció estar condicionado por los tamaños poblacionales
(factor que suele tener gravitación en este tipo de estudios), sino mayormente
por las distancias geográficas involucradas y, secundariamente, por uniones
preferenciales en el grupo español que habrían desviado el patrón de
parentescos esperados por azar.
También se llevaron a cabo abordajes longitudinales a partir
de censos civiles realizados para Pocho desde el de 1813 hasta el de 1980,
complementados con el padrón electoral de 1987[58],
o para hechos vitales (nacimiento, muerte) con libros parroquiales de Salsacate para el siglo XIX y datos del Registro Civil de
las diferentes pedanías para el XX[59].
Los principales resultados obtenidos reflejaron una merma en el crecimiento
vegetativo hacia fines del período, junto con una emigración elevada y muy baja
inmigración, uno de cuyos indicadores es que sólo una pequeña proporción de la
población en 1980 tenía apellidos que no estuvieron presentes un siglo y medio
atrás. La población total para el departamento Pocho en el período considerado
para los años 1822, 1840, 1869, 1895, 1914, 1947, 1960, 1970 y 1980 fue de
3.245, 3.921, 6.168, 7.331, 5.738, 8.131, 7.263, 6.499 y 5.438,
respectivamente. La emigración aludida tuvo como característica, hacia el final
del período, haber sido predominantemente femenina y definitiva, lo que llevó a
una masculinización de la población.
Esta se encontró, además y en especial para 1980, netamente envejecida y con
déficit de niños, en contraste con la estructura poblacional característica del
siglo XIX. Junto con un fuerte incremento en el número de personas con los
mismos apellidos, indicativo de una elevada consanguinidad, el conjunto de
estos fenómenos señala que la región puede considerarse un semiaislado en el sentido de que la gente emigraba
pero no llegaban nuevos genes por inmigración. Causas plausibles de ello
habrían sido la paulatina degradación de los recursos naturales junto con la
ausencia de industrialización, dando como resultado una zona constantemente
expulsora de población.
Una serie de trabajos biodemográficos
y demográficos, que se comentan hasta finalizar este apartado, se centran en el
departamento Pocho de la segunda mitad del siglo XX, específicamente las
décadas de 1960, 1970 y 1980.
Para un análisis a partir de actas matrimoniales del
Registro Parroquial que abarcan el período antedicho y contienen datos de lugar
de nacimiento y residencia de los cónyuges, los resultados indicaron elevada
endogamia y búsqueda de cónyuge preferencialmente en la misma subunidad
geográfica (pedanía) dentro del departamento[60].
Esta tendencia tendió a revertirse hacia el final del período, manifestándose
cierta apertura entre localidades muy próximas, es decir con poca variabilidad
genética entre las poblaciones de lugar de origen y destino. En términos
biológicos, ese intercambio conyugal de corta distancia no contrarrestaría el
efecto de la deriva génica como sí podría hacerlo la inmigración de larga
distancia, que aportaría un incremento en la diversidad genética en los
asentamientos de destino.
Los efectos de la deriva génica y la selección natural se estimaron
a partir de la población total de 1980 mediante el coeficiente
de aislamiento reproductivo[61],
describiéndose una estructura de semiaislados
poblacionales, con poca oportunidad para la selección natural a través de la
variación en la mortalidad, o la fecundidad diferencial, pareciendo el destino
de esas poblaciones estar signado, de continuar las variables en la misma
dirección, por los efectos de la deriva génica y no tanto por la selección;
ello como consecuencia del aislamiento reproductivo.
Se realizaron también estudios que utilizaron como
herramienta los apellidos para la misma época, nuevamente a partir de los
matrimonios entre 1960 y 1989. Uno de ellos arrojó elevados niveles de
consanguinidad y de parentesco intra-poblacional,
pero bajo parentesco promedio entre las poblaciones, como resultado por una
parte de matrimonios preferenciales y por otra de escaso intercambio conyugal
entre distintas localidades[62].
Los varones tuvieron más influencia en la diferenciación entre poblaciones,
tanto por su mayor sedentarismo (tras el matrimonio tendían a instalarse en su
lugar de procedencia), como por contar con más inmigrantes de larga distancia,
siendo estos resultados concordantes con los obtenidos a partir de datos de
origen geográfico. En otra investigación se observó correlación entre alta
consanguinidad y bajo número de matrimonios, en principio por menor número de
potenciales cónyuges geográficamente cercanos, siendo aquella mayor en las
localidades más pequeñas, y los parentescos inter-poblacionales fueron tres
veces más bajos que los encontrados en 1810-1842 cuando la deriva génica, por
contraste, pareció no jugar un rol importante[63].
Por último, utilizando también los apellidos, aunque en esta
ocasión con técnicas estadísticas que son aplicadas a datos estrictamente
genéticos, se verificó una acentuada diferenciación genética entre poblaciones
que apunta, por una parte, a la antedicha importancia de la deriva génica en la
conformación poblacional y, por otra, brinda una mayor sustentabilidad al uso
de apellidos en este tipo de investigaciones[64].
Oeste provincial. Departamento Minas
Para el departamento Minas (ver
Figura 1) se efectuaron análisis similares
y se obtuvieron resultados concordantes con los del departamento Pocho.
En una investigación que tomó como fuentes los censos
nacionales de 1960, 1980 y 1991 se examinaron diferentes indicadores
demográficos y se encontró una disminución temporal en la fecundidad y también
de la mortalidad general, pero no así de la infantil[65].
Si bien la emigración menguó en la última década, la situación de Minas se
manifestó poco propicia para su estabilidad demográfica ya que, aun cuando la
reproducción alcanzaba el nivel de reemplazo, la reproducción neta disminuía,
así como su tamaño poblacional, y la población envejecía paulatinamente; se
trata, como Pocho, de una región semiaislada
compuesta por subpoblaciones de pequeño tamaño. El total poblacional decreció a
lo largo del período, encontrándose para 1947, 1960, 1970, 1980 y 1991 un
número de 8.000, 7.367, 5.620, 4.834 y 4.800 habitantes, respectivamente.
También fue ponderada para este departamento, a partir de
los censos de 1980 y 1991 y complementando el estudio antes comentado, la
posible actuación de la selección natural y la deriva génica, encontrándose
para la primera valores en general bajos, típicos de regiones aisladas y en
plena transición demográfica[66].
Este panorama, en cuanto al índice de oportunidad de actuación de la selección
natural a través de la fecundidad, revirtió parcialmente en 1991 en comparación
con 1980. La deriva génica, por su parte, tendría posibilidades notablemente
mayores de actuación que la selección natural sobre las poblaciones (4
pedanías) involucradas, de mantenerse la situación descripta.
Departamentos Pocho y Minas en conjunto
Se llevaron a cabo investigaciones abocadas a la mortalidad
infantil integrando los departamentos Pocho y Minas, a partir de registros de
niños fallecidos antes del año, entre 1955 y 1995[67].
Se consideraron dos períodos, 1955-1974 y 1975-1991, y se desagregaron por sexo
a la vez que por condición de legitimidad/ilegitimidad del nacido. Durante el
período completo se observó un decrecimiento de la mortalidad infantil en más
del 50%, siendo más temprana (pero también con tasas menores y mayor regularidad
en esa tendencia) en el sexo femenino, así como una asociación entre
ilegitimidad y mortalidad a través del tiempo, aumentando significativamente
las muertes de hijos ilegítimos, en especial de mujeres.
Comparados ambos períodos, a partir de 1980 la mortalidad
infantil total decreció a expensas de la disminución de la muerte postneonatal (pasados los 28 días y hasta antes de cumplir
un año), donde tienen más peso las causas exógenas, mientras que la neonatal
(acaecida dentro de los primeros 28 días de vida) y particularmente la
mortinatalidad (tasa de recién nacidos muertos), se relacionan con causas
endógenas. Los posibles factores intervinientes estarían asociados con el
empeoramiento en las condiciones médico-asistenciales durante el embarazo y parto,
mayor edad media de las madres, y enfermedades congénitas; ejemplo de estas
últimas sería la enfermedad de Sandhoff, de que se
hablará más abajo. En cuanto a la asociación entre ilegitimidad y mortalidad
infantil se especuló pudo estar influida por una menor atención hacia los
nacidos por parte de los parientes, en especial si eran mujeres. Con todo, el
nivel de mortalidad infantil encontrado para Pocho y Minas puede considerarse
en el rango de la provincia de Córdoba y Argentina como media y baja, respectivamente,
y también baja al ser comparado con el de otras regiones de América Latina.
Oeste provincial. Departamentos Cruz del Eje,
Minas, Pocho, San Alberto y San Javier
En relación temática con la enfermedad mencionada en el
punto anterior, se hizo un estudio de parentescos en el oeste
cordobés (departamentos Cruz del Eje, Minas, Pocho, San Alberto y
San Javier; ver Figura 1 para ubicarlos mejor geográficamente)[68],
donde la enfermedad de Sandhoff[69]
es relativamente común y los enfermos mueren, cuando mucho, alrededor de los 3
años.
Esta investigación se realizó partiendo de información
vertida en las historias clínicas del Hospital de Niños sito en la ciudad de
Córdoba[70].
De allí se tomaron los 10 apellidos más frecuentes entre los padres de esos
niños y se procedió a la recolección de datos genealógicos, mediante
entrevistas, para conocer vía materna y paterna los ascendientes más antiguos
que fuera posible. Se encontró que los ascendientes se concentraban en la zona
noroeste de la provincia (en particular Pichanas, Cruz del Eje), gran parte de
ellos reconocidos como indios por su
propia descendencia. Lo común que era en esa matriz cultural la repetida
práctica del matrimonio entre primos hermanos, considerada incestuosa por la
contraparte ibérica y causante de una endogamia ancestral (ligada también a la
cercanía geográfica), podría reflejarse en estos aislados poblacionales
actuales, con la marca genética del mal de Sanhdoff.
Norte provincial. Departamento Tulumba
Tulumba (ver Figura 1) es
un departamento (por entonces curato) del norte provincial que fue objeto de
estudio para fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, a partir de los censos
provinciales de 1778, 1795 y 1813 y registros de bautismos cronológicamente cercanos
a estos, con el objeto de caracterizar biodemográficamente
la población en los años citados, los cambios ocurridos y los condicionantes
que pudieron intervenir[71].
A partir de la isonimia y métodos derivados, se
encontró que alrededor de 1778 no hubo ni preferencias matrimoniales por
parientes ni entre linajes particulares. En 1795 se observó una importante
proporción de casamientos entre parientes y entre linajes, como posible
estrategia de preservación patrimonial y evitar matrimonios desiguales, como ordenaba
la Real Pragmática. Entrado el siglo XIX se encontró una pervivencia del
casamiento entre linajes, si bien no entre parientes, y una mayor razón
inmigratoria varones/mujeres que, en el siglo anterior, coincidente con las
movilizaciones por la independencia. A lo largo del período, y en los aspectos
citados, españoles y castas mostraron comportamientos similares.
En otro estudio se comparó Tulumba
de principios de los siglos XIX y XX, con el objeto de continuar el análisis
diacrónico de la región y bajo la misma metodología, con partidas de bautismos
para el primer período y de nacimientos para el segundo como fuentes primarias
y los censos de 1813, 1895 y 1914 como fuentes secundarias[72].
Debido a que el antiguo curato de Tulumba abarcaba
los actuales departamentos Tulumba y Totoral antes de
su división en 1858[73],
no se incluyeron las partidas de bautismo del siglo XIX efectuadas en el futuro
departamento Totoral, para que la comparación entre los dos siglos fuese más
fidedigna. Se observó que a comienzos del siglo XX la población fue más proclive a la elección conyugal entre
parientes, nuevamente como posible estrategia patrimonial concordante con las
decrecientes oportunidades que brindaba la región. El intercambio entre
determinados linajes, estadísticamente significativo más aún en el siglo XX,
parece avalar este postulado. En el siglo XIX los españoles mostraron mayores
preferencias por casamiento entre parientes y linajes que las castas. Vale
decir, las oscilaciones económicas se perfilaron como un factor de primer orden
a la hora de contraer matrimonio. No obstante, no se descartaron, al menos para
comienzos del siglo XX, posibles preferencias entre cónyuges de similar origen
geográfico, que no se pudieron conocer a partir de los datos utilizados, pero
sí en otras regiones cordobesas; tal el caso de San Justo.
Este provincial[74].
Departamento San Justo
Con datos de la segunda mitad del siglo XIX, una
investigación de corte biodemográfico se centró en
dos localidades del departamento San Justo (ver
figura 1), al este provincial, llamadas Morteros, fundada en 1891, y Villa
Concepción del Tío, fundada en 1860[75].
Se analizó mediante isonimia y métodos afines el
impacto que tuvo la inmigración, principal pero no exclusivamente desde el
Viejo Mundo, en sentido biológico y social sobre estas poblaciones a comienzos
del siglo XX. Se utilizaron como fuentes archivos parroquiales de matrimonios
que fueron efectuados entre 1896 y 1922 para Morteros y de 1888 a 1922 para la
localidad Villa Concepción del Tío.
La localidad de Morteros exhibió una mayor cantidad de
matrimonios entre inmigrantes, mientras que en la segunda fueron los criollos
los que más se casaron endogámicamente. Estas diferencias obedecerían a
circunstancias históricas, tasas de inmigración y tamaño del mercado
matrimonial, pero ambas mostraron patrones similares en cuanto a la preferencia
de los contrayentes por casarse dentro de su propio grupo respecto del origen
geográfico, en especial entre los inmigrantes. Este patrón se fue desdibujando
hacia el final del período estudiado, en que más inmigrantes y linajes fueron
llegando, por lo que aumentaron los matrimonios entre cónyuges de distinto
origen, aunque siempre preponderó la preferencia intra-grupal.
Córdoba y otras provincias y regiones argentinas
El enfoque biodemográfico ha sido
ampliamente empleado para estudiar la población de la provincia de Córdoba.
Pero en modo alguno se trata de un caso aislado en el territorio nacional, ya
que grupos de investigación de otras provincias argentinas también emprendieron
variados análisis biodemográficos. Aunque la
comparación de lo comentado aquí con estudios referidos a otras provincias y
regiones argentinas escapa al objetivo de este trabajo, merecen especial
mención investigadores y grupos de investigación de la Universidad Nacional de
Salta[76],
de la Universidad Nacional de Jujuy[77],
y de la Universidad de Buenos Aires[78],
sin olvidar a investigadores pertenecientes a otras universidades o centros de
estudios[79].
A modo de
cierre
Los trabajos comentados
en relación con la población y familias de Córdoba desde el punto de vista biodemográfico han sido numerosos y variados, tanto en los
períodos históricos involucrados cuanto a los enfoques adoptados por lo que no
resulta fácil hacer una síntesis a modo de conclusión. Si bien, cabe recalcar,
esos enfoques han sido de corte biodemográfico, no
por ello dejaron de atenderse aspectos típicamente demográficos.
Como punto saliente puede decirse que, para poblaciones
históricas del período Colonial e Independentista temprano analizadas
sincrónicamente, la elección matrimonial estuvo más condicionada entre los
individuos de la clase dominante que en el resto, pero menos evidente de lo
cabía esperar en una sociedad estamental. Los comportamientos matrimoniales en cuanto
a la preferencia por casar entre parientes o entre determinadas líneas
familiares parecieron estar más condicionadas por el contexto socio-económico
en que se encontraba la población, en cada uno de sus diferentes grupos
socio-étnicos.
Diacrónicamente, en la
ciudad de Córdoba se verificó un notorio aumento en la diversidad biológica,
mientras un mayor aislamiento y endogamia predominaron en el oeste provincial, y en localidades
del este el marcado impacto de la inmigración fue el condicionante de la dinámica
poblacional en lo que se refiere a la elección de pareja y a la endogamia de
los grupos.
En poblaciones de fines
del siglo XX aparece una marcada heterogeneidad en estos comportamientos, así
como en otros indicadores de elección de pareja y reproducción, según las
características geográficas y demográficas. Ejemplo de esto último es el
contraste de la fecundidad en zonas urbanas, de transición ya superada, con las
rurales, de transición.
Todos estos resultados de estudios biodemográficos
y la dinámica de las poblaciones encontradas concuerdan con el anteriormente
mencionado desplazamiento del polo
productivo desde el centro-noroeste al centro-sudeste, que se ha ido
produciendo con el correr de los siglos, mediado por la industrialización
diferencial del territorio cordobés. Por ende, es claro que la formación de las
poblaciones, familias y sus cambios corrieron parejos con los vaivenes
socio-políticos y económicos.
Aunque restan estudiarse otras poblaciones y períodos
históricos de la provincia de Córdoba, los resultados obtenidos hasta ahora
permiten visualizar la importancia de los comportamientos demográficos y de
varios factores socio-económicos como condicionantes en la elección de pareja y
características familiares y reproductivas en las poblaciones analizadas.
Finalmente, cabe destacar el aporte del enfoque biodemográfico al análisis de la evolución y dinámica
poblacionales. Partiendo de fuentes documentales referidas a hechos vitales
(nacimientos, matrimonios, defunciones), así como de listados y
empadronamientos censales, y empleando métodos provenientes tanto del campo de
la demografía como de la genética de poblaciones, la biodemografía
permite construir la historia biológica de las poblaciones.
El descubrimiento de tal dinámica poblacional a través del
tiempo incluye la actuación de factores evolutivos tales como la selección, la
deriva y el flujo génico producido a través de las migraciones. Asimismo, el
análisis del comportamiento de variables demográficas referidas a la elección
de pareja, la reproducción, la consanguinidad y la mortalidad diferencial
permiten descubrir las pautas socio-culturales subyacentes a estos
comportamientos, así como la influencia de las condiciones políticas y
económicas en que se desarrolló la particular dinámica biológica de las
poblaciones analizadas.
[1] Este trabajo ha
sido llevado a cabo contándose con financiación del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), NNN y de la Agencia Nacional
de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT), NNN.
[2] Sánchez Compadre,
Eduardo, Babia. Biodemografía y
estructura familiar, Secretariado de Publicaciones, Universidad de
León, León, 1989, p. 11.
[3] Camisa, Zulma C.,
Introducción al estudio de la fecundidad,
CELADE, Serie B, Nº 1007, San José, 1975, pp. 12-16.
[4] Crow, James F., “Some possibilities for measuring selection intensities
in man”, en Human Biology,
vol. 30, Nª 1, Detroit, 1958, pp. 1-13; Hed, Helen
M., “Trends in opportunity for natural selection in the Swedish population
during the period 1650-
[5] Crow, James F.; Mange, Arthur P., “Measurement of inbreeding from the
frequency of marriages between persons of the same surname”, en Eugenics Quarterly,
Vol. 12, Nº 4, Chicago, 1965, pp. 199-203.
[6] Crow, James F., “The estimation of inbreeding from isonymy”,
en Human Biology,
vol. 52, Nº 1, Detroit, 1980, pp. 1-14; Crow, James F., “Update to ‘The
estimation of inbreeding from isonymy’”, en Human Biology,
vol. 61, Nª 5/6, Detroit, 1989, pp. 935-954.
[7] Una recopilación
del uso de apellidos en este sentido, para poblaciones históricas y actuales,
puede encontrarse en: Colantonio, Sonia E.; Lasker, Gabriel W.; Kaplan, Bernice
A.; Fuster, Vicente, “Use of surnamemodels in human population biology: a review of recent developments”, en Human Biology,
vol. 75, Nº 6, Detroit, 2003, pp. 785-807; La utilización de apellidos como
base para una metodología adecuada en el marco de la Demografía Histórica en: Colantonio, Sonia E.; Küffer,
Claudio; Fuster, Vicente, “El uso de apellidos como marcador de procesos
biológicos y sociales: recientes aportes a la Demografía Histórica”, en Revista de Demografía Histórica, vol. 26, Nº 1, Madrid,
2008, pp. 205-223.
[8] Lasker, Gabriel W., Surnames and genetic
structure, Cambridge University Press, Cambridge, 1985, pp. 19-20.
[9] Crow, James F., 1989, Ob. Cit., pp.
935-954.
[10] Relethford, John H, Jaquish
Cashell E., “Isonymy,
inbreeding, and demographic variation in historical Massachusetts”, en American Journal of
Physical Anthropology, Vol. 77, Nª 2, Hoboken, 1988, pp. 243-252.
[11] Lasker, Gabriel W., 1985, Ob. Cit., pp.
22-24.
[12] Lasker, Gabriel W., “A coefficient of
relationship by isonymy: a method for estimating the
genetic relationship between populations”, en Human Biology, vol. 49, Nº 3, Detroit, 1977, pp. 489-493.
[13] Lasker, Gabriel W., Kaplan, Bernice A.,
“Surnames and genetic structure: repetition of the same pairs of names of
married couples, a measure of subdivision of the population”, en Human Biology,
vol. 57, Nº 3, Detroit, 1985, pp. 431-440; Chakraborty, Ranajit,
“A note on the calculation of random RP and its sampling Variance”, en Human Biology,
vol. 57, Nº 4, Detroit, 1985, pp. 713-717. Una corrección sobre este artículo se
encuentra en: Chakraborty, Ranajit,
“Erratum”, en Human Biology,
vol. 58, Nº 6, Detroit, 1986, p. 991.
[14] Celton, Dora, La población de la
Provincia de Córdoba a fines del siglo XVIII, Academia Nacional de
la Historia, Buenos Aires, pp. 150-156.
[15] Punta, Ana I.,
“Córdoba y la construcción de sus fronteras en el siglo XVIII”, en Cuadernos de Historia, núm. 4, Córdoba, 2001, pp. 168-190; Rustán, María E., De perjudiciales a
pobladores de la frontera. Poblamiento de la frontera sur de la Gobernación
Intendencia de Córdoba a fines del siglo XVIII, Ferreyra
Editor, Córdoba, 2005, pp. 45-52; Tell, Sonia, “El
espacio rural de Córdoba y su diversidad: características y distribución zonal
de las unidades de producción a fines del siglo XVIII”, en Cuadernos de
Historia, Nº 8, Córdoba, 2006, pp. 159-165.
[16] Tell, Sonia, 2006, Ob. Cit.; Tell, Sonia, Córdoba rural, una
sociedad campesina (1750-1850), Prometeo Libros, Buenos Aires, 2008,
pp. 82-83.
[17] El mapa que se
presenta aquí fue facilitado oportunamente por personal de la DGEyC, Provincia de Córdoba, con modificaciones pertinentes
para una mejor visualización, en especial en blanco y negro. Un mapa similar
puede verse en la página del citado organismo [en línea] https://datosestadistica.cba.gov.ar/dataset/6b0e69cb-71c4-4064-82ac69d8aab6c7b3/resource/c
f3a5d83-6aee-4d12-9572-33e3af38da4b/download/mp-cordoba-mapa-politico-2010-pdf.pdf [Consulta: 21 de mayo de 2018].
[18] Calvimonte, Luis Q., Tulumba. Su historia civil y
eclesiástica, BR Copias, Córdoba, 2002, pp. 103-105.
[19] Gelman, Jorge, “Introducción. Desequilibrios regionales,
desigualdades sociales. Las economías argentinas en el siglo XIX”, en Gelman, Jorge (coord.) El mapa de la desigualdad
en la Argentina del siglo XIX, Prohistoria
Editores, Rosario, 2011, pp. 11-45.
[20] Moreyra, Beatriz I., Crecimiento demográfico y
expansión económica en el espacio pampeano cordobés durante el modelo
primario-exportador (1880-1930), Centro de Estudios Históricos,
Cuaderno No 4, Córdoba, 1992, pp. 8-49.
[21] Moreyra, Beatriz I., 1992, Ob. Cit.,
pp. 26-50.
[22] Calvimonte, Luis Q., 2002, Ob. Cit.,
pp. 105-106.
[23] Solveira, Beatriz R., “Los ferrocarriles del norte y oeste
de Córdoba, proyectos y realizaciones”, III Jornadas de Historia
de Córdoba, Junta Provincial de Historia de Córdoba, Córdoba, 1997,
pp. 139-159.
[24] Tell, Sonia, 2008, Ob. Cit., p.
39.
[25] La información
correspondiente al censo nacional de 1869 fue recabada en la DGEyC, Provincia de Córdoba, y el de 2010 en su sitio web
[en línea] https://datosestadistica.cba.gov.ar/dataset/353c3ba4-7e4e-4957-ae91-3f45959ffc4e/resource/3
8130bbd-549b-4f14-91ee-a8362ed17f18/download/desd_cn2010_deptos_poblacion.xlsx
[Consulta: 02 de agosto de 2018]. Por su parte, la información referida a los
censos de 1914 y 1960 fue tomada del sitio web del Instituto Nacional de
Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC): para 1914
https://biblioteca.indec.gob.ar/bases/minde/1c1914t2.pdf [Consulta: 02 de
agosto de 2018]; para 1960 https://biblioteca.indec.gob.ar/bases/ minde/1c1960_4.pdf [Consulta: 02 de agosto de 2018].
[26] Conviene señalar
aquí que la regionalización provincial aludida es útil en Introducción.
b) Marco histórico-geográfico como referencia para comprender mejor,
por ejemplo, las consecuencias diferenciales de los vaivenes socio-económicos
en diferentes zonas de la provincia, es decir: cómo en muchos casos zonas
otrora prósperas pasaron a ser postergadas y viceversa. Pero no se trata de una
división de la provincia que se utilice, al menos en los textos consultados,
para referirse a períodos posteriores a 1850. En la actualidad no existe una
división en regiones de tipo oficial, es decir realizada por la Dirección
General de Catastro (Córdoba), sino que los diferentes autores pueden tomar
distintas regionalizaciones, conforme al objetivo que tengan en mente o la
conveniencia que les suponga tal o cual subdivisión provincial por regiones.
Como fuere: para la Dirección General de Catastro (Córdoba) las divisiones
mayores válidas por debajo de la provincia en su totalidad son los
departamentos. La fuente de estas afirmaciones: comunicación personal con
miembros de la Dirección General de Estadística y Censos (DGEyC),
Provincia de Córdoba.
[27] Sobre este
tópico, entre otros autores y obras, puede consultarse: Endrek,
Emiliano, El mestizaje en Córdoba. Siglo XVIII y principios
del XIX, Instituto de Estudios Americanistas, Universidad Nacional
de Córdoba, Córdoba, 1966, pp. 21-28. Así mismo: Ferreyra,
María del Carmen, “El matrimonio de las castas en Córdoba. 1700-1779”, III Jornadas de Historia de Córdoba, Junta Provincial de Historia de Córdoba, Córdoba, 1997, pp. 285-326.
[28] La denominación españoles abarca a los españoles metropolitanos y sus
descendientes, si bien incluye a una minoría de personas de origen europeo,
aunque no español. Castas, en
tanto, da cuenta de los nacidos del mestizaje entre blancos,
negros e indios
y agrupa a los llamados en distintos registros pardos,
mulatos, mestizos,
zambos y naturales.
A lo largo de este trabajo se usan los términos españoles y castas, muchas
veces en reemplazo de las diversas denominaciones utilizadas por los autores de
los artículos comentados, para facilitar la lectura.
[29] A este respecto
se puede consultar: Colantonio, Sonia E.; Fuster,
Vicente; Ferreyra, María del Carmen, “Isonimia y consanguinidad intragrupal:
posibilidades de aplicación en la época colonial”, en Revista Argentina
de Antropología Biológica, vol. 4, Nº. 1, La Plata, 2002, pp. 21-33.
[30] Küffer, Claudio; Colantonio, Sonia E.,
“Inbreeding and population subdivision in Córdoba province, Argentina, at the
end of the eighteenth century”, en Journal of Biosocial Science, vol. 43, Nº 6, Cambridge,
2011, pp. 717-732.
[31] Curatos era la
denominación con que se conocían las divisiones eclesiástico-administrativas en
que se dividía el territorio de la actual provincia de Córdoba, en boga hasta
comienzos del siglo XIX. Posteriormente fue reemplazada por la actual, departamentos. Del mismo modo, los territorios primeramente
denominados parroquias pasaron a denominarse, ya
bajo las autoridades civiles, pedanías.
[32] Colantonio, Sonia E.; Fuster, Vicente; Román Busto, Jorge,
“Entre la ciudad y el campo. Las migraciones internas en épocas difíciles”, en Colantonio, Sonia E. (edit.) Población y
Sociedad en tiempos de lucha por la emancipación. Córdoba, Argentina, en 1813, CIECS (CONICET y UNC), Córdoba,
2013a, p. 460.
[33] Colantonio, Sonia E.; Fuster, Vicente,
“Migration of ethnic groups within Cordoba Province (Argentina) during
political crises following the Colonial Period”, en Population Review, vol. 48, Nº 1, Sociological Demography
Press, 2009, pp.103-118.
[34] Colantonio, Sonia E.; Fuster,
Vicente; Küffer, Claudio, “Isonymous
structure in the White population of Córdoba, Argentina, in 1813”, en Human Biology,
vol. 79, Nº. 5, Detroit, 2007, pp. 491-500.
[35] Los autores toman
la regionalización citada en “Introducción. b) Marco histórico-geográfico”,
siguiendo la tradición historiográfica.
[36] Colantonio, Sonia E.; Fuster, Vicente; Ghirardi,
M. Mónica, “Córdoba (Argentina) en 1813: relaciones de parentesco y movimientos
poblacionales descubiertos a través de los parentescos”, en Revista Española de Antropología Física, vol. 27, Madrid,
2007, pp. 103-112.
[37] Colantonio, Sonia E.; Fuster, Vicente, 2009, Ob. Cit., pp.103-118; Colantonio, Sonia E.; Fuster, Vicente; Celton,
Dora, “Apellidos como dato para descubrir pautas migratorias: otra forma de
explotación de las fuentes censales”, Celton, Dora; Ghirardi, M. Mónica; Carbonetti,
Adrián (orgs.) Poblaciones históricas.
Fuentes, métodos y líneas de investigación, Asociación
Latinoamericana de Población (ALAP) Editora, Río de Janeiro, 2009, pp. 73-94; Colantonio, Sonia E.; Mangeaud,
Arnaldo, “Migraciones internas y sus condicionantes en Córdoba (Argentina) a
principios del período independentista”, en Revista de Demografía
Histórica, vol. 29, Nº 2, Madrid, 2011, pp. 29-58; Colantonio, Sonia E.; Fuster, Vicente; Román Busto, Jorge,
2013a, Ob. Cit., pp. 457-497.
[38] Colantonio, Sonia E.; Fuster, Vicente; Celton, Dora, 2009, Ob. Cit., pp. 73-94.
[39] Colantonio, Sonia E.; Fuster, Vicente;
Ghirardi, M. Mónica, 2007, Ob. Cit., pp. 103-112; Colantonio, Sonia E.; Fuster, Vicente; Román Busto, Jorge,
“Poblaciones y parentescos. Relaciones biológicas evidenciadas a través de los
apellidos”, en Colantonio, Sonia E. (edit.) Población y Sociedad en tiempos de lucha por la emancipación. Córdoba,
Argentina, en 1813, CIECS (CONICET y UNC), Córdoba, 2013b, pp.
499-523.
[40] Dipierri, José E.; Alfaro Gómez, Emma L.; Scapoli, Chiara; Mamolini, Elisabetta;
Rodríguez-Larralde, Álvaro; Barrai, Italo, “Surnames in Argentina: a population study through isonymy”, en American Journal of Physical
Anthropology, vol. 128, núm 1, Hoboken, 2005, pp.
199-209.
[41] Colantonio, Sonia E.; Ferreyra,
María del Carmen; Celton, Dora, “Hijos de esclavas en
Córdoba (Argentina). Una aproximación al ciclo reproductivo a partir de actas
de bautismos”, en Revista Argentina de Antropología Biológica,
vol. 17, Nº 1, La Plata, 2015a, pp. 35-45.
[42] Colantonio, Sonia E.; Ferreyra,
María del Carmen; Celton, Dora, “Algunas
observaciones sobre el comportamiento demográfico y reproductivo de la
población esclava en la ciudad de Córdoba”, en Revista de
la Junta Provincial de Historia de Córdoba, vol. 28, Nº 2, Córdoba,
2015b, pp. 299-308.
[43] Arias Toledo,
Bárbara; Colantonio, Sonia E.; Ferreyra,
María del Carmen, “Teniendo hijos en Córdoba. La fecundidad en la Ciudad en
épocas cercanas al censo”, Colantonio, Sonia E.
(edit.) Población y Sociedad en tiempos de lucha por la
emancipación. Córdoba, Argentina, en
1813, CIECS (CONICET y UNC), Córdoba, 2013, pp. 313-339.
[44] Colantonio, Sonia E.; Fuster,
Vicente; Marcellino, Alberto J., “Class endogamy,
inbreeding and migration during the Argentinean colonial period: analysis based
on individuals of European ancestry”, en Anthropologischer Anzeiger, vol. 64, Nº 3,
Stuttgart, 2006, pp. 311-319.
[45] Küffer, Claudio; Colantonio, Sonia E., “Análisis mediante apellidos de la
estructura biológica de la población de la ciudad de Córdoba en 1832”, V Jornadas de Historia de Córdoba, siglos XVI al XX, Tomo I,
Junta Provincial de Historia de Córdoba, Córdoba, 2005, pp. 223-235.
[46] Küffer, Claudio; Colantonio,
Sonia E., “Migración en la ciudad de Córdoba en el primer tercio del siglo XIX
a partir de los datos del Censo de 1832 (apellidos y origen geográfico)”, en Revista Argentina de Antropología Biológica, vol. 7, Nº 2,
La Plata, 2005, pp. 79-93.
[47] Colantonio, Sonia E.; Küffer, Claudio; Nazer, Juan, “Marriage in Córdoba City (Argentina) in the
Late-Colonial and Early-Independent Periods: Homogamy and Surnames as Emerging
Features”, en Journal of Family History,
vol. 39, Nº 1, Thousand Oaks, 2014, pp. 22-39.
[48] Colantonio, Sonia
E.; Celton, Dora, “Las dispensas como fuente de
estudio de la consanguinidad y las pautas matrimoniales”, Ghirardi,
M. Mónica (comp.) Cuestiones de familia a
través de las fuentes, Centro de Estudios Avanzados, Universidad
Nacional de Córdoba, Córdoba, 2005, pp. 237-278.
[49] Arias Toledo,
Bárbara; Colantonio, Sonia E., “Diferenciales de
fecundidad en Córdoba: estructura, nivel y grado de transición”, en Revista Argentina de Antropología Biológica, vol. 5, Nº 2,
La Plata, 2003, pp. 45-62; Arias Toledo, Bárbara; Colantonio,
Sonia E., “La fecundidad según el censo de 1991 en la ciudad de Córdoba y en la
población rural dispersa de la provincia”, en Población y
sociedad. Córdoba desde las ciencias sociales, Centro de Estudios
Avanzados-Asociación de Estudios de Población de la Argentina, Córdoba, 2004,
pp. 1-9.
[50] Arias Toledo,
Bárbara; Colantonio, Sonia E., 2003, Ob. Cit., pp. 45-62.
[51] Arias Toledo,
Bárbara; Colantonio, Sonia E.; Fuster, Vicente,
“Oportunidad para la selección y transición de la fecundidad en poblaciones de
la provincia de Córdoba (Argentina)”, Egocheaga
Rodríguez, José E. (edit.) Biología de poblaciones
humanas: diversidad, tiempo, espacio, Universidad de Oviedo, Oviedo,
2004, pp. 685-694.
[52] Los autores de
estos trabajos denominan noroeste provincial a la región que incluye Pocho y
Minas.
[53] El curato Traslasierra agrupaba a los actuales departamentos Pocho,
Minas, San Javier y San Alberto. Ello ocurrió hasta 1783 en que se creó el
beneficio de San Javier, que nucleaba a los actuales departamentos San Javier y
San Alberto, quedando separados de ellos Pocho y Minas, configurando el de
Pocho que abarcaba a ambos. Al respecto puede consultarse: Celton,
Dora, Ciudad y campaña en la Córdoba colonial,
Junta Provincial de Historia de Córdoba, Serie Libros de la Junta Provincial de
Historia de Córdoba Nº 15, Córdoba, 1996, p. 28. A su vez, los departamentos
Pocho y Minas se separarían ya entrado el siglo XX.
[54] Colantonio,
Sonia E.; Fuster, Vicente; Marcellino,
Alberto J., “Interpopulation relationship by isonymy: application to ethno-social groups and
illegitimacy”, en Human Biology,
vol. 74, núm. 6, Detroit, 2002, pp. 871-878; Colantonio, Sonia E.; Fuster,
Vicente; Ferreyra, María
del Carmen; Lascano, Javier, “Isonimic
relationships in ethno-social categories (Argentinian colonial period)
including illegitimate reproduction”, en Journal of Biosocial Science, vol. 38, Nº 3, Cambridge,
2006, pp. 381-389.
[55] Un resumen de
trabajos efectuados para Pocho entre 1766-1842 usando los apellidos como datos
puede encontrarse en: Colantonio, Sonia E., “Uso de
apellidos para estimar consanguinidad y parentescos poblacionales según grupo etnosocial y sexo en la época colonial”, Escenarios y nuevas construcciones identitarias
en América Latina, Centro de Estudios Avanzados, Universidad
Nacional de Córdoba, Córdoba, 2004, pp. 129-146.
[56] Colantonio, Sonia E.; Marcellino,
Alberto J., “Apellidos y endogamia de clases etnosociales
en el Curato de Pocho (1810 1842)”, en Revista de la Junta
Provincial de Historia de Córdoba, Nº 16, Córdoba, 1997, pp. 73 91.
[57] Colantonio, Sonia E.; López, Andrea M., “Estructura
genética de las poblaciones del Curato de Pocho durante la primera mitad del
siglo XIX”, III Jornadas de Historia de Córdoba,
Junta Provincial de Historia de Córdoba, Córdoba, 1997, pp. 375-392.
[58] Colantonio, Sonia E.; Nordio, O.
Raúl, Identificación de una población semi-aislada
en la provincia de Córdoba, Publicaciones del Instituto de
Estadística y Demografía, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional
de Córdoba, Córdoba, 1990, pp. 1-27.
[59] Colantonio, Sonia E., “Análisis histórico demográfico de un
semiaislado en la Provincia de Córdoba”, en Revista Argentina de Antropología Biológica, vol. 1, Nº 1,
La Plata, 1996, pp. 69-85.
[60] Colantonio, Sonia E., “Estructura de una población semiaislada actual: migración marital y flujo génico”, en Cuadernos del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento
Latinoamericano, vol. 16, Buenos Aires, 1995, pp. 297-313.
[61] Colantonio, Sonia E.; Celton,
Dora, “Estructura de una población semiaislada
actual: reproducción, selección natural y deriva genética”, en Revista Española de Antropología Biológica, vol. 17,
Barcelona, 1996, pp. 105-127.
[62] Colantonio, Sonia E., “Estructura poblacional a partir de
apellidos y migración: Departamento Pocho (Provincia de Córdoba, Argentina)”,
en Revista Española de Antropología Biológica,
vol. 19, Barcelona, 1998, pp. 45-63.
[63] Colantonio, Sonia E.; López, Andrea M.; Demarchi,
Darío, “Isonimia y estructura poblacional en un semiaislado humano actual”, en Mendeliana.
Revista de la Sociedad Argentina de Genética, vol. 13, Nº 1, Buenos
Aires, 1998, pp. 27-35.
[64] Demarchi, Darío A.; Colantonio,
Sonia E., “Apellidos como alelos de un sistema polimórfico. Ensayo en una
población aislada”, Caro Dobón, Luis; Rodríguez
Otero, Humildad; Sánchez Compadre, Eduardo (edits.) Tendencias actuales de investigación en la Antropología Física española,
Editorial Universidad de León, León, 2000, pp. 265-271.
[65] López, Andrea M.;
Colantonio, Sonia E., “Análisis demográfico de un semiaislado en la Provincia de Córdoba, Argentina”, en Revista Argentina de Antropología Biológica, vol. 2, Nº 1,
La Plata, 1999, pp. 67-78.
[66] López, Andrea M.;
Colantonio, Sonia E., “Evolución del comportamiento
reproductivo y estructura poblacional en el Dpto. Minas (Prov.de
Córdoba, 1980-1991)”, en Revista Argentina de
Antropología Biológica, vol. 2, Nº 1, La Plata, 1999, pp. 41-54.
[67] Colantonio, Sonia E.; López, Andrea M.; Marcellino,
Alberto J., “Evolución de la mortalidad infantil en semiaislados
del valle de Traslasierra (prov. de Córdoba,
Argentina)”, Investigaciones en biodiversidad humana,
Universidad Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, 2000, pp.
49-58; López, Andrea M.; Colantonio, Sonia E.; Marcellino,
Alberto J.; Ferreyra, María del Carmen, “Mortalidad
infantil en poblaciones rurales de la provincia de Córdoba (Departamentos Pocho
y Minas)”, V Jornadas Argentinas de Estudios de Población,
Asociación de Estudios de Población de Argentina, Luján, 2001, pp. 339-352.
[68] La autora de este
trabajo denomina noroeste provincial a la región estudiada.
[69] Se trata de una
enfermedad de tipo neurodegenerativa autosomal
recesiva, por lo que los enfermos deben ser homocigotas para el gen afectado.
Los heterocigotas, en cambio, son portadores sanos
que pueden transmitir la variante recesiva a su descendencia. Al existir una
proporción alta de portadores del alelo recesivo en la población, la
probabilidad del nacimiento de un enfermo es mucho mayor. Para profundizar
sobre esta enfermedad, desde un punto de vista estrictamente médico, puede
consultarse: Dodelson de Kremer,
Raquel, Un prototipo de investigación destinado a la
prevención de patologías genéticas neurodegenerativas.La
Enfermedad de Sandhoff en el Valle de Traslasierra, Córdoba, Argentina, Real Patronato
de Prevención y de Atención a Personas con Minusvalía, Madrid, 1993, pp. 9-106.
[70] Lorca, Noemí,
“Parentescos en Argentina. El caso de las sierras de Córdoba”, en Ghirardi, M. Mónica (coord.) Familias
iberoamericanas de ayer y de hoy. Una mirada interdisciplinaria,
Asociación Latinoamericana de Población (ALAP) Editora, Serie Investigaciones
N° 2, Rio de Janeiro, 2008, pp. 151-168.
[71] Küffer, Claudio; Colantonio,
Sonia E.; Celton, Dora, “Características biodemográficas en la población del curato de Tulumba (Córdoba) a fines del siglo XVIII y comienzos del
XIX”, en Revista Argentina de Antropología Biológica,
vol. 17, Nº 2, La Plata, 2015 [En línea]
https://revistas.unlp.edu.ar/raab/article/view/1381/2021 [Consulta: 17
de abril de 2018].
[72] Küffer, Claudio; Colantonio,
Sonia E., “Preferencias conyugales en Tulumba
(Córdoba). Comienzos de los siglos XIX y XX”, en Revista
Argentina de Antropología Biológica, vol. 20, Nº 1, La Plata, 2018 [En línea]
https://revistas.unlp.edu.ar/raab/article/view/2860/4040 [Consulta: 17 de abril
de 2018].
[73] Calvimonte, Luis Q., 2002, Ob.
Cit., pp. 54-55.
[74] Los autores de
este artículo ubican a San Justo en el noreste provincial.
[75] Rios Villamil, Alejandro; Colantonio,
Sonia E.; Mangeaud, Arnaldo,
“Population structure in rural communities of Córdoba, Argentina: marriage
patterns and immigration effect during early 20th century, en
International Journal of Social Science Studies,
vol. 3, Nº 6, Oregon, 2015, pp. 87-93.
[76] Entre otros
trabajos de estos investigadores pueden citarse: Albeza,
María V.; Acreche, Noemí; Caro, Delia F.; Caruso, Graciela, “Demografía genética en San José y El
Barrial (Valle Calchaquí-Salta, Argentina)”, en Revista
Argentina de Antropología Biológica, vol. 6, Nº 1, La Plata, 2004,
pp. 19-34; Acreche, Noemí; Caruso,
Graciela; Albeza, María V., “Coeficiente de homogamia: tamaño muestral y
nivel de confianza”, en Revista Argentina de
Antropología Biológica, vol. 10, núm. 2, La Plata, 2008, pp. 71-83; Acreche, Noemí; Albeza, María V.,
“Selección de parejas y homogamia en Salta”, en Revista Argentina de Antropología Biológica, vol. 12, Nº 1,
La Plata, 2010, pp. 71-78; Acreche, Noemí; Albeza, María V.; Caro, Fabiana, “Biodemografía
en la Ciudad de Salta: Su población a mediados del Siglo XIX”, en Revista Andes, Nº 22, Salta, 2011, pp. 1-15 [En línea]
http://www.scielo.org.ar/pdf/andes/v22n2/v22n2a04.pdf [Consulta: 02 de agosto
de 2018]; Yazlle, Daniel; Acreche,
Noemí; Albeza María V., “Estacionalidad y causas de
muerte en los valles calchaquíes (Argentina): Siglo XIX”, en Revista Argentina de Antropología Biológica, vol. 18, Nº 2,
La Plata, 2016, pp. 1-11 [En línea]
https://revistas.unlp.edu.ar/raab/article/view/2507/2442 [Consulta: 03 de
agosto de 2018].
[77] Entre otros
trabajos publicados por estos investigadores caben citar: Alfaro, Emma L.; Dipierri, José E., “Isonimia,
endogamia, exogamia y distancia marital en la Provincia de Jujuy.
(Consanguinidad y aislamiento en la provincia de Jujuy)”, en Revista Argentina de Antropología Biológica, vol. 1, Nº 1,
La Plata, 1996, pp. 41-56; Morales, Jorge; Alfaro, Emma L.; Dipierri,
José E.; Bejarano, Ignacio, “Apellidos y sistema Rh (D/d) en poblaciones
jujeñas”, en Revista
Argentina de Antropología Biológica, vol. 5, Nº 2, La Plata, 2003,
pp. 7-13; Alfaro, Emma L.; Albeck, María E.; Dipierri, José E., “Apellidos en Casabindo
entre los siglos XVII y XX. Continuidades y cambio”, en Revista
Andes, Nº. 16, Salta, 2005, pp. 1-18 [En línea]
http://www.scielo.org.ar/pdf/andes/n16/n16a09.pdf [Consulta: 03 de agosto de
2018]; Dipierri, José E.; Rodríguez Larralde, Alvaro; Alfaro, Emma L.; Andrade, Alberto; Chaves, Estela
R.; Barrai, Italo,
“Distribución de apellidos y migración en el noroeste argentino”, en Antropo, vol. 10, Bilbao, 2005, pp. 35-50; Albeck,
María E.; Alfaro, Emma L.; Dipierri, José E.; Chaves
Estela R., “Los apellidos de Salta en el siglo XXI: origen geo-lingüístico,
diversidad y frecuencia”, en Revista Andes,
vol. 2, Nº 28, Salta, 2017, pp. 1-21 [En
línea] http://www.icsoh.unsa.edu.ar/icsoh/wp-content/uploads/2018/03/andes-2017-28-vol-2-apellidos-de-salta-albeck-et-al.pdf
[Consulta: 03 de agosto de 2018].
[78] Entre otros
estudios de estos investigadores, caben ser citadas: Caratini,
Alicia L.; Ingold, Liliana; Crognier,
Emile; Carnese, Francisco R., “Demografía genética de
la población mapuche de Villa Obrera, General Roca, Provincia de Río Negro”, en
Revista Argentina de Antropología Biológica, vol.
1, Nº 1, La Plata, 1996, pp. 57-68; Sala, Andrea; Marino, Miguel E.; Bobillo,
María C.; Corach, Daniel, “Evaluación de la correlación entre atributos
genéticos y apellidos: características de STRs
autonómicos en individuos con apellido Mapuche y europeo”, en Revista Argentina de Antropología Biológica, vol. 8, Nº 1, La
Plata, 2006, pp. 9-21; Di Fabio Rocca, Francisco; Albeza, María V.; Postillone,
María B.; Acreche, Noemí; Lafage,
Lucía; Parolín, Laura; Dejean,
Cristina; Carnese, Francisco R.; Avena, Sergio,
“Historia poblacional y análisis antropogenético de
la ciudad de Salta”, en Revista Andes,
núm. 27, Salta, 2016, pp. 1-21 [En línea]
http://www.icsoh.unsa.edu.ar/icsoh/wp-content/uploads/2017/05/di-fabio-rocca-et-al-final.pdf
[Consulta: 03 de agosto de 2018].
[79] A modo de
ejemplo: Cocilovo, José A.; Valdano, Silvia G.;
Varela, Héctor H., “Estimación de parámetros demográficos en poblaciones
nativas antiguas y contemporáneas”, en Revista Argentina de
Antropología Biológica, vol. 2, Nº 1, La Plata, 1999, pp. 27-40;
Lanza, Norberto; Valeggia, Claudia, “La modernización
¿siempre disminuye la fecundidad? Análisis de la transición demográfica en una
población Toba”, en Revista Argentina de
Antropología Biológica, vol. 14, Nº 1, La Plata, 2012, pp. 33-43.